RELATORIO DEL PROGRAMA MAGIS DE FORMACIÓN A LARGO PLAZO
Maria Clara Lucchetti Bingemer
En noviembre de 1995 se reunió en Roma un grupo internacional de reflexión que tenia un mandato del EXCO para elaborar un programa de formación a largo plazo para miembros CVX.
La motivación que llevaba el EXCO a convocar un grupo de trabajo con esa misión era darse cuenta de que la formación del laico cristiano en CVX carecía de un proceso más largo y coherente para posibilitarle dar respuestas fundamentadas al mundo de hoy. Había muchas buenas iniciativas de formación que quizás estarían todavía un tanto fragmentadas. Las comunidades iniciales quedaban demasiado en la dependencia de su guia y no tenian un proceso continuado que las llevara adelante en el conocimiento, la vivencia y la profundización de su vocación CVX.
Además de esto, se sentía la necesidad de formar buenos multiplicadores laicos para la formación en CVX, ya que los jesuitas y los religiosos que tanto nos han ayudado hasta ahora empezaban a ser escasos en consecuencia de nuestro crecimiento. Sentíamos que teníamos miembros y comunidades bien maduros que deseaban más. Y sentíamos la necesidad de ofrecerles ese "plus"que los conduciría más en dirección al mayor servicio y a la mayor gloria de Dios.
El fruto del trabajo de aquellos días en Roma, que fueron duros y difíciles, pero también preñados de esperanza fue llamado cariñosamente por sus artesanos de "el baby". Con todo el significado de futuro que ese nombre llevaba consigo estaba también su dimensión de "incompletud" . Teníamos un lindo y promisor bebe, pero que necesitabas todavía crecer, nutrirse, completarse.
El Encuentro Latinoamericano de Responsables CVX, en julio de 1996, después de un proceso serio de discernimiento, decidió asumir el desafio de hacer crecer el bebe. Fue constituido un equipo que tenia la misión de pulir, concretar e implementar el programa de formación a largo plazo y ofrecerlo a las CVX de América Latina.
Un marco de referencia: los criterios para la formación: el programa tenía como objetivo principal elevar la calidad de la formación en CVX a fin de que la misión de los miembros y comunidades CVX también pudiera ser optimizada. Por eso desde un principio fue concebido en estrecha conexión con los criterios para la formación que venían siendo elaborados y que serán ofrecidos a la comunidad mundial en esa Asamblea. Es de acuerdo a esos criterios que el programa se dispuso a componer sus contenidos y su forma. Se trata, por lo tanto, de una formación para la misión; de una formación integral; de una formación que desea formar hombres y mujeres que sean personas de discernimiento, apóstoles, interlocutores bien calificados para la sociedad y la Iglesia, protagonistas de la nueva evangelización.
Un tiempo de duración: tres años: lo que al principio había sido un proyecto pensado para cinco años era ahora puesto en la duración de tres años. A lo largo de esos tres años los participantes alternarían etapas intensivas ( vividas en conjunto, en interacción de varias comunidades nacionales) con etapas extensivas (vividas a lo largo de un año, cada uno en su respectiva comunidad nacional). Durante los tiempos intensivos, habría profesores y un equipo permanente que propondría los contenidos, mientras que durante las etapas extensivas, los participantes cuentarían con la ayuda de tutores y de una coordinación nacional, además de los acompañantes espirituales y de sus mismas comunidades de pertenencia.
El primer año está centrado en Jesucristo, su persona, su misterio, su vida, muerte y resurrección.
El segundo año está centrado en la Iglesia, esa comunidad de pertenencia y salvación adonde somos llamados a vivir el seguimiento de Jesucristo.
El tercer año está centrado en nuestra identidad y misión de cristianos laicos, bautizados, en la Iglesia y en el mundo.
Un punto de partida y de llegada: la comunidad nacional: los miembros CVX que participan en el programa de formación a largo plazo son enviados a él por sus comunidades nacionales. De ellas salen y a ellas deben retornar y devolver todo lo que han recibido. Tienen la responsabilidad de hacer con que toda la comunidad nacional reciba lo que ellos han recibido.
Un nombre que es un símbolo: MAGIS: para bautizar ese programa y el sueño que el trae consigo, el equipo coordinador no encontró nada mejor que la palabra MAGIS, tan llena de sentido para todos los que vivimos la experiencia de los Ejercicios Ignacianos. Se trata de un programa elaborado por miembros que desean más y es destinado también a personas que no se satisfacen con lo que ya han alcanzado y desean acceder a más.
En enero de 1998, en Lima - PERU, se ha realizado la primera etapa intensiva de MAGIS. Y creo no exagerar al decir que para todos nosotros que tuvimos la gracia de participar en ella representó mucho más de las expectativas que habia. Todos sabemos que para un laico o una laica no es fácil salir por dos semanas de su vida diaria, de su país, dejando su familia, sacrificando sus vacaciones, perdiendo días de trabajo.
Fue, por lo tanto, una grata sorpresa la generosa respuesta de 12 comunidades nacionales latinoamericanas que se hicieron presentes con casi 60 participantes a esa primera etapa intensiva. El clima reinante era excelente y la interacción entre los participantes no podía ser más fraterna, alegre y también seria y atenta.
Con gran consolación escuchamos los informes que nos decían que en algunos países, además de los que habían sido enviados a la etapa intensiva, había muchos otros más haciendo el programa. La etapa preparatoria había sido vivida con extrema seriedad y profundidad y los participantes llegaron a Lima muy bien preparados y dispuestos a dar lo mejor de si mismos para entrar en el proceso.
Por los informes que nos llegan, tenemos noticia de que lo mismo está pasando durante la etapa extensiva. Hay comunidades nacionales que no estaban en Lima y que se incorporan ahora al camino ya empezado. Las acogemos con alegría y esperamos que enriquezcan mucho nuestro camino.
La segunda etapa intensiva tendrá lugar en Santiago de Chile, en enero de 1999. Hasta esa fecha, nos comunicamos en nuestra casilla eletrónica: hotmail/magiscvx/ignacio y trabajamos con la ayuda de los tutores, acompañantes y compañeros de comunidad. También empezamos a recibir los primeros trabajos hechos por los miembros, que serán leídos y evaluados por el equipo coordinador.
Este programa es financiado por las propias comunidades nacionales, que aportan una parte importante de sus costos. Recibe también ayuda externa de organizaciones católicas internacionales. Viene siendo apoyado estrechamente por la Compañia de Jesus en América Latina. Ese apoyo se ha expresado recientemente con la recomendación firmada de todos los Provinciales del continente reunidos en Cali, Colombia
El video que veremos enseguida nos podrá dar una idea de como fueron aquellos días vividos en Lima, en donde experimentamos algo de los que nos dice San Ignacio en el Principio y Fundamento, sobre la necesidad de "elegir solamente lo que MÁS nos conduce al fin para que somos creados".